San Carlos, Sábado 19 de Abril de 2025
22 de enero de 2019
El programa busca rehabilitar a pacientes post infartados o que han sido sometidos a cirugía cardíaca. El apoyo profesional en esta etapa es indispensable para mejorar la calidad de vida de los pacientes, retomar sus actividades y reducir los riesgos de un futuro evento cardíaco.
Las patologías cardiovasculares son la principal causa de muerte en Chile. Según cifras oficiales, cerca del 30% de las muertes en nuestro país son producto de estas patologías. Por esto, la prevención de factores de riesgo, así como el cuidado en la recuperación de quienes han sufrido estas enfermedades, es fundamental.
Es en este contexto que el Hospital de San Carlos lanzó el primer Programa de Rehabilitación Cardiovascular en Ñuble.
“Viene a cubrir una necesidad no resuelta, respecto a la rehabilitación y manejo de los pacientes post infartados y post cirugía cardiaca. Está orientado a personas que han sufrido un infarto agudo al miocardio o que han sido sometidos a una angioplastia o cirugía cardíaca”, señala el cardiólogo y subdirector médico del Hospital de San Carlos, Max Besser.
El especialista agrega que el apoyo en la recuperación, tanto del médico tratante como del equipo kinesiológico, es fundamental para que el usuario retome confianza y sus actividades de la vida diaria. Por esto el programa ha sido recibido con gran entusiasmo por parte de los primeros usuarios atendidos.
José Gutiérrez Pichuante fue sometido a una cirugía de revascularización en el año 2018 y este año se convirtió en el primer paciente en ingresar al Programa de Rehabilitación Cardiaca. “Desde que fui operado he sido bien cuidadoso en mi actividad física. Hoy por primera vez tuve que ejercitarme más fuerte, pero con el apoyo de los profesionales uno se siente apoyado y con más confianza para hacerlo. Ojalá muchas personas en mi situación puedan acceder. Es una ayuda que se valora”, comenta el usuario.
El cardiólogo Max Besser, confirma los beneficios de este programa en el seguimiento de los pacientes.
“Para el usuario mejora calidad de vida y la confianza en sí mismos. La mayoría de los pacientes que han sufrido un infarto quedan con miedo a la actividad física y eso limita su reinserción al trabajo y la familia, ya que existen muchos mitos alrededor del ejercicio. La idea del programa es acompañarlos y orientarlos para que después de su alta puedan hacer una vida normal y que se enfrenten sin temores a la cotidianidad”, sostiene.
La iniciativa se inició en el Hospital de San Carlos, habilitando seis cupos semanales. En la medida que los pacientes egresan, nuevos usuarios acceden al programa, que se desarrolla en el recientemente inaugurado Servicio de Rehabilitación, el que cuenta con un espacio físico superior a los 370 metros cuadrados y abarca: box de atención, equipamiento para ejercicios, un mini gimnasio especialmente destinado a la atención de pacientes con accidente cerebrovascular y un gimnasio principal que permite interactuar y ofrecer rehabilitación integral a los usuarios.
“Cuando se inauguró este nuevo Servicio de Rehabilitación, nuestra intención siempre fue implementar este programa, por lo que estamos tremendamente contentos y esperamos en un corto plazo poder incorporar nuevos profesionales que nos permitan atender un mayor número de usuarios, dada la alta tasa de eventos cardíacos que tiene nuestro país y nuestra provincia”, sostiene Claudia Pinto, kinesióloga Jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital de San Carlos, agrega además que el programa se realiza con 2 a 3 sesiones semanales, de 1 hora de duración e incorpora principalmente y en forma progresiva ejercicios aeróbicos, así como también, específicos de distintos grupos musculares.
Según la última Encuesta Nacional de Salud 2017, el 74% de los chilenos presenta exceso de peso u obesidad, el 33% es fumador, el 12% es diabético, el 28% es hipertenso y un 87% es sedentario. Todos estos son factores de riesgo que aumentan la posibilidad de tener una afección al corazón.
“Es fundamental que los pacientes que han sufrido alguna enfermedad cardíaca o tienen antecedentes familiares, estén bien controlados y cumplan con las indicaciones de su médico tratante respecto a los fármacos y estilos de vida. Igualmente, toda la población debe tener especial cuidado con su alimentación, cuidar el exceso de grasa y azucares, evitar sobre todo el tabaquismo. La mayoría de quienes sufren infarto son fumadores, por lo que claramente es una conducta que debemos suprimir”, agrega Max Besser, Subdirector Médico del Hospital de San Carlos.
La actividad física regular es igualmente importante. Caminar, trotar, nadar, entre otros, son agentes que disminuyen la posibilidad de sufrir un infarto. Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, se recomienda a todas las personas realizar al menos unos 150 minutos de ejercicios a la semana.